jueves, 24 de marzo de 2022

La ira, el amor propio y otras yerbas

 El amor propio...

Le dijo DF no vas a poder, riéndose y con esa mirada descalificadora que motorizaba inmediatamente todas las herramientas que Lelus tenía.

El desafía era caminar cuatro km a paso rápido, teniendo en cuenta que Lelus hacía un año que trabajaba sentada, parecía un poco difícil. 

Alguien no contaba con algo que se llama amor propio y que es tan fuerte que se pueden conseguir casi milagros...

Así es que partieron, una mañana de sábado, cerca de mediodía hacia la meta del los cuatro km hasta un supermercado, y se volverían en taxi.

Lelus, salió con toda su energía bien derecha y concentrada, al tiempo le faltaba el aire, porque había fumado muchos años y todavía a pesar de que había dejado hace un montón de años, la respiración por ahi se le aceleraba más de la cuenta...

A los dos km la meta parecíatan lejna...el aire le faltaba, DF le hablaba y ni contestar podía, sus piernas le decía ponele energía porque vamos a colapsar, y la transpiración corria por su cara

y por su cuerpo como un río salado que no tiene obstáculos en su paso.

Pero la mente esa maravillosa mente se decía, vos podés, pensá en todo lo que pudiste en la vida, diste tu palabra y ahora tenes que cumplir...

pensó en sus abuelos, en sus padres en la guerras y en la emigración y una rara fuerza se apoderó de su cuerpo, entonces fue cosa mas fácil entrar al supermercado, con esa alegría de haber podido, de haberse esforzado y cumplido, la sonrisa, se mezclaba con la cara mojada de una cascada salada que salía de su cabeza...