domingo, 4 de enero de 2015

El valor de las palabras



En casa nos decían siempre, si no tienes nada importante que decir es mejor que no

digas nada, es más inteligente quedarse callado…”

O de más chica aún, no hables tanto porque la voz es como la mina del lápiz se gasta y tal como el lápiz tu voz desaparecerá….

Y por ultimo una rima “nombres locos se encuentran por doquier” es decir no uses tu nombre, no te destaques, no hables y menos te rías, que es de locos…
Yo me pregunto ahora, cuantos silencios buscados, cuantas sonrisas abortadas, cuantos nombres suprimidos de la arena como la marea del mar…borra las huellas de la playa.

Yo me pregunto ahora…que hace importantes a las palabras, o a los momentos para decir esas palabras y que se gasta la voz, la esperanza, el alma…que? así como la mina del lápiz?
Adonde fue toda esa fantasía, que ayudaba a mejorar la realidad dura y cruel…a sofocar la palabra dicha, a vivir mundos paralelos, fascinantes…donde la habilidad para mirar para adentro a un paraíso exuberante, a veces lejano a miles de kilómetros guardado quizás cerca de mi pecho o tal vez estuviera en otro planeta en algún lugar del universo?

Tal vez ahora a la distancia, mirando retrospectivamente, rebobinando toda la película hacia atrás, me conteste: es loco acallar las palabras, quitarle sonidos, dejarlas mudas.

Guardadas en la oscuridad, no dejarlas fluir…tenerlas encerradas hasta que fueran evaluadas, y una voz autoritaria dijera, ud, sra palabra ingenua e infantil salga, pero inmediatamente, ud NO! un alarido se oye en el silencio, para su salida al mundo una mano grande y dura a doña palabra “peligro a la vista”, que está por soltar algún secreto o inconveniencia.

Y los gestos, y emociones? la risa…es mala también?
Viva la No-.comunicación! se oye por ahí…pero si no existe, la no-comunicación no existe, siempre comunicamos, dicen a viva voz, mis seres fantaseados , inventados, quizás duendes internos, entonces digo yo: abramos las puertas, y hablemos, sonriamos amemos, lloremos, digamos cosas importantes y también de las otras, nos enamoremos de nosotros mismos pero también amemos a los otros….y así sucesivamente.

Viva la libertad y Viva la Comunicación!

Agnes Boras
lickovac@gmail.com