sábado, 3 de noviembre de 2012

Hermanas


Capitulo 1
Infancia responsable
Gaviotas en Fuerteventura (Canarias)
(cuenta la historia la hermana mayor)
Desde las primeras imágenes que tuve de mi hermana menor, ella hacía
el papel de 'viva' o de pícara y a mí no me quedaba otra alternativa que ser la más "buenita" de las dos.
Mi recuerdo viene desde mucho tiempo atrás, de una casona del Tigre, que es donde vivimos de
pequeñas, en nuestra primera infancia.

Mi hermana era regordeta, bonita, de hermosos ojos café claro, algunos pelitos suaves parados, difíciles de
peinar y brazos y piernas redondeados,claro era una estampa de una nena de un año y pocos meses.
Tengo su imagen en mi retina,la veo sentada sobre un baúl, algo borrosa su estampa cuando la evoco, ella
estaba contando billetes, pero como era muy pequeña, no sabría contar, de eso me doy cuenta ahora, pero
hacía como si supiera, sí, ella inventaba los nombres de los números.
Como era muy simpática había siempre alguien dispuesto a relacionarse con ella, un amigo de mi padre,
en esa oportunidad , tijera en mano, recortó con la forma de un billete un pedazo de papel de diario y lo
interpuso en la pila que ella contaba, pero inmediatamente mi hermana se dio cuenta y descartó el falso
billete y lo tiró al suelo. Por supuesto todos aplaudieron asombrados de que la nena fuera capaz de algo así...
En otra oportunidad, mis padres habían partido una granada, que recogíamos de un árbol que teníamos al
fondo de casa.Era una fruta redonda de cáscara dura que mis padres partieron diciendo que era una mitad
para cada una. Aún hoy veo en imágenes nítidas las mitades llenas de granos rojos y apetitosos...pero
para mi sorpresa mi hermana que no sabía contar...ni tampoco sabía sobre sumas, divisiones o restas hizo
algo que me pareció raro en su momento cuando ella ...dijo
-'esta mitad es para mí, y la apartó, muy cerca de su cuerpo' y esta otra mitad también es para mí...'
evidentemente no conocía la generosidad y tampoco las divisiones.

No recuerdo que dijo mi madre en esa ocasión, tampoco me acuerdo de mis sentimientos...pero es como
que allí mismo se instauró en algún espacio de una dimensión entre real y fantástica la firme idea de que mi
hermana poseía 'la viveza' y conseguía una "admiración malsana" digo yo ahora, de mis padres hacia ella.
Como iba yo a llorar y patalear si supuestamente, escuchaba a cada rato, ésta...refiriéndose a mí, "no es

linda", retrucando a los amigos que que sí me veían bonita, pero agregaban inmediatamente, es inteligente
como yo (como yo: es igual a uno de los dos padres, dependiera de quien lo dijera.)
Otras veces yo escuchaba -es muy interesante-...Me pregunté por muchísimos años, que significaría eso de
ser interesante y porque únicamente mi mamá me vería así? Es que solo tendría de mi, una imagen tan
ambigua, ya que solo cabía decir cuando se refería a mi, y es que fuera interesante.
Iban pasando los meses, recuerdo poco de mi hermana, tal vez una escena donde ella me insultaba de una
forma muy rara y yo a ella, nos decíamos sos un tornillo, un tenedor, una piedra, hasta que al fin ella me
dijo que yo era una mierda...se terminó el juego y por supuesto fue una anécdota más que en casa
aplaudieron de mi hermana 'la viva'.
Recuerdo algunas imágenes de mí escuchando conversaciones y experiencias vividas sobre actividades de gente  adulta,  que a mí me encantaban.
También me veo parada al lado de Fanny, una hija del padrino de mi padre lavando los cubiertos de
bronce con mucho esmero, a los que refregaba uno por uno con un polvillo blanco, que tenía la imagen en
el envase de una señora con una escoba y un pañuelo anudado en el frente de la cara supongo, que
identificaba a las señoras hacendosas. Luego revisaba a cada uno, para cerciorarse de que habían quedado
bien, a mí me fascinaba observar su dedicación y cuidado para que los cubiertos brillaran como si fueran
nuevos.A mi hermana menor, no le interesaron entonces ni tampoco ahora esos menesteres.

Teníamos un papagayo, que se llamaba Pepe, a ella le fascinó desde el primer momento que mi PP lo trajo
del Chaco, creo que comía pan remojado en leche en un pequeño pocillo de café. yo solía estar sentada en
el piso en el rellano de la puerta comiendo una crema que era yema batida con azúcar y Rhum, hoy me
parece muy raro, que a una nena tan pequeña le dieran Rhum, y también recuerdo el mareo que me daba...
Con ella compartimos la infancia, la misma habitación, los mismos miedos y una rara solidaridad.
Cuando castigaban a una de las dos la otra lloraba como para que la damnificada no se sintiera tan mal. Y
otras veces era consecuencia de que mi madre decía...luego de que una de las dos había hecho algo
indebido, frases como 'uds son iguales' y nos reprimía a las dos por las dudas.

Pero claro tan iguales no éramos, nos vestían igual, nos castigaban por igual, pero yo debía cuidarla a mi
hermana, porque era la mayor, cuando íbamos al colegio y escuchar las quejas que la monja ponía sobre
ella.
La hermanas mayores llevan la carga tan pesada de portarse como adulto hacerse cargo del mandato de la
madre y vigilar a la otra, cuidarla, tenerla en la mira y quieran o no con la consabida culpa si algo le
llegara pasar a la más pequeña.
El sentimiento era de continua impotencia, de no poder cuidar y no querer cuidar. Y la terrible sensación de

que hiciera lo que hiciera, la más pequeña  tendría  la posibilidad de tener accidentes...(continuará)


Tu opinión es muy importante, cada palabra que cada uno agregue, producto de su propia experiencia enriquece las ideas y nos hace más generosos con los otros.

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