martes, 2 de febrero de 2016

Croatia exotic paradise 1 HD

Mi Ciudad y yo

Ciudad de Córdoba


Mi ciudad y yo

Hoy salí de casa, sacando tranquilamente el auto por el portón, con la firme intención de que se hiciera realidad la premisa, que dice
que la mayoría de las veces "no importa las situaciones que nos toquen vivir sino como elegimos sentirnos mientras las vivimos".

Me propuse en lo que otrora podría haber sido un viaje aburrido, sin pena ni gloria, transformarlo en un paseo interesante al mejor estilo turístico, donde todo nos parece lindo y atractivo.

Puse un pequeño grabador en el asiento del acompañante del auto, y comencé a grabar todo lo que se me ocurría decir y sentir.

"En este momento estoy parada en un semáforo, voy camino a que Fernanda mi fisioterapeuta me haga masajes, para verme y sentirme mejor.
Miro alrededor, hay gente muy apurada que frena el auto casi sobre la senda peatonal, y todos los que vienen por detrás, a la misma velocidad quedan pegados sin espacio intermedio, entonces si el primer auto quisiera retro ceder, para no pisar a un peatón que en todo su derecho está cruzando la calle, no podría.
Pasan algunos segundos y sigo en el mismo lugar, pero mi mirada se posa sobre el puente que tengo que cruzar cuando me den paso.
Veo una hermosa barandilla toda trabajada en cemento y rematada en una figura de hierro con formas redondeadas abstractas con aspecto de puntilla de crochet que sirve de base para sostener en su parte central un bellísimo farol colonial de hierro forjado, con ese color gris envejecido por el tiempo.
Al comienzo y al final del recorrido del puente, hay focos iguales como los anteriores pero de pie.
Sin darme cuenta arrancamos todos, y cruzamos el Río Suquia, para acceder al centro de Córdoba, por la avenida ancha, que se llama General Paz, en honor a un prócer importante de estos pagos.
La zona de la costanera me encanta porque invariablemente sus puentes me hacen acordar al Sena, parece un paisaje Parisino. Mi imaginación, más la suave música que escucho en el auto hace a éste momento sublime.
Ya hice varias cuadras y decido doblar hacia mi derecha por Humberto Primo, otra avenida que cruza a la primera, de nuevo tengo oportunidad, de observar con la mirada de protagonista de una película ambulante.
Las imágenes desfilan delante de mi, como enfocadas por una cámara de filmación alcanzando a grabarse muchas y variadas en mis ojos hasta que el semáforo se pone verde, y me permite avanzar.
¡Qué lindo es el centro de la Ciudad! dejo deslizar la mirada a lo largo de toda la avenida, los edificios intercalados con negocios de todo tipo ya que no es una zona en la que se venda algo en particular ,pero es muy colorida, se destacan sus toldos, carteles
y pinturas color tierra en sus paredes.
Es muy pintoresca, tiene edificios medianos, algunos acabados en pirámides en su último piso.Me pregunto si los arquitectos se habrían puesto de acuerdo para diseñar, varios inmuebles con el mismo terminación en el techo, o pensarán que ese tipo de construcciones atrae la buena suerte?
Llegue a mi destino sin darme cuenta, los veinte minutos que tardo normalmente en llegar se pasaron muy rápido, al rato me encontré tocando el timbre deseando seguir con el encuentro de mi ciudad, a la salida de las sesiones mágicas de cremas y charla...y ciencia por supuesto.
Catedral de Córdoba