martes, 3 de julio de 2012

El proceso creativo en marcha...



El ocio es un estado difícil para algunas personas… les genera culpa por no hacer nada. ¡Se sienten mal porque no hacen “nada productivo”!


Pero el estado de ocio como muy bien pensaban los griegos es un estado ideal, para reflexionar y anidar al proceso creativo, que se genera cuando la actividad alocada y estresante de éstas épocas se aquieta.







Señoras pintando a orillas del mar Adriático en las Islas Elaphite.(Croacia)








Muchas veces soñé con la etapa de la vida, que ahora estoy disfrutando, es decir la madurez viviendo feliz en pareja y disfrutando haciendo lo que me gusta y nos gusta


Por ahora tenemos una lista de actividades que nos encantan, algunas personales que hago sola y otras las compartimos en pareja.


Nos gusta viajar y hacer deportes juntos, conocer lugares y culturas diferentes y sacar foto de todo lo que se instale delante de nuestros ojos.


A mi particularmente entre otras cosas me gusta escribir, pintar, trabajar en mi profesión, leer…


En este presente que estoy viviendo intensamente, etapa tan soñada, me interesa mucho el ocio, el placer y la creatividad, pero hay veces que estoy muchas horas mirando con estupor a mis pinceles con la sensación que no hay nada que me gustaría pintar…por supuesto después de varias horas y luego días de no saber qué tema elegir…


Termino guardando bastidores, pinceles, lápices y otras yerbas hasta que se prenda una luz que me indique que de nuevo surgió algo de la nada que quiera expresar.


Entonces me digo…es mejor escribir,y tengo en mi cabeza por un rato, ideas que bailan, una danza muy seductora,de frases y párrafos listos para saltar al papel; me atraen me encantan hasta que... Stop!! algo comienza a pasar y es...

Cuando decido plasmarlos en una especie de historia, como por arte de magia se rebelan, toman vida propia y salen huyendo, desapareciendo en la profundidad de algún lugar de mi inconsciente…cerebro computadora mental etc. .


Pero algo es seguro aparece en su lugar subrepticiamente como si hubiera estado escondida detrás de un árbol, la culpa por tener el tupé de conectarme con el ocio y el placer y no con el “deber ser” como debería ser…


Pienso que somos muchos a los que nos pasa en alguna oportunidad esta consternante realidad, por eso he recopilado algunos trucos para resolver este problema. Aquí van algunos:

1- Hay que abandonar a la señora rutina, sin ningún tipo de remordimiento…





2- Me calzo el pantalón de caminar y zapatillas bien cómodas y elijo recorrer unas cuantas cuadras,(100 metros cada una) , lo hago en soledad disfrutando de mi silencio.

3- En otras oportunidades intento salir con Thor mi perro, que es un cachorro que salta de un lado a otro e investiga y olisquea los nuevos territorios que rápidamente bautiza… yo me distraigo mirándolo sin pensar en nada, y menos metódicamente.

4- Dejo vagar mi pensamiento y depósito mis sentidos en lo que me rodea…arbustos, pastos mullidos al costado de la ciclo vía, algún árbol añoso… y trato de percibir tan solo…olores, sonidos colores…formas vagas de aquí y de allá.(en ocasiones solo miro con atención y admiración los arbustos que hay en el jardín de casa)

Otros días





5- Me desengancho totalmente de lo que estoy haciendo y veo series de misterio que me encantan.

6- En algunas ocasiones me imagino viajando por lugares lejanos viviendo aventuras interesantes e insólitas, que luego me sirven para plasmar en algún relato de alguna historia.





7- Investigo los temas que me interesan en Internet y esto funciona maravillosamente como una tormenta de ideas.





8- Pongo música suave y relajante, me ubico en algún lugar cómodo y me entrego a los sonidos hasta que me transporten a los lugares más increíbles.





Estas y otras ideas son generadoras de nuevas posibilidades para poder soltarse y crear arte, bienestar, y conectarse con el mundo de la placentera creatividad.


Para contactarse conmigo escribir a lickovac@gmail.com

Para terapia breve o de apoyo por internet, mandar un e-mail y contestaré a la brevedad.