martes, 21 de agosto de 2012

Un día entre otros

Sufrir por amor
Amor y crisis

Ya eran las cuatro menos diez de la tarde,  M estaba muy apurada, tratando de conseguir un buen aspecto, mientras se miraba al espejo una y otra vez, porque le faltaban detalles para estar lista. El cristal ovalado con marco de madera del baño le devolvía una imagen aceptable, prolija, agradable.
También el lugar que disponía para atender los pacientes le gustaba. Era una salita, decorada en tonos ocres, sillones muy mullidos blancos, una biblioteca hasta el techo que separaba los ambientes, que guardaba además de los libros todos los recuerdos de diferentes viajes que  M había traído  además de muchos regalos acopiados a través del tiempo.
Un último toque a la luz, para que el ambiente se viera cálido y se sienta confortable, y tarea cumplida.
No es cualquier trabajo,  el de ser consejera,  piensa  ella  por eso la persona que la consulta deben estar lo más cómoda posible. El lugar tiene que respirar buena energía al igual que M. Una persona le dijo la última sesión que ella era una persona muy cálida, y que esa forma de ser lo tranquilizaba  y lo motivaba para contar sus cosas más privadas.
La idea justamente es compartir lo más privado, lo más loco, lo más profundo. Hace un tiempo atrás, no mucho, en su propio análisis M. le comentaba a su terapeuta, que su miedo era no tener la más mínima idea de lo que le pasaba a los pacientes. Cosa que cambió, cuando fue capaz de conectarse con sus propias cosas, con lo más profundo de su ser, con sus entrañas, cuando pudo ver al “otro” una persona igual, con sus sufrimientos, también vivenciados y conocidos por M… poder ponerse en el lugar de esa persona, imaginarse sus pesadumbres, pero no quedarse pegada sino preservar la capacidad de pensar para poder así ayudar a ver otros  caminos para lograr el bienestar pero que no están claros porque están opacados por los conflictos.
El timbre llama, sacando  a M. de sus pensamientos y llave en mano, salió a abrir hundiendo sus tacos en el césped, que hay desde la puerta de la casa hasta el portón de entrada, que remata  en un portón de rejas de dos hojas que terminan en punta como flechas marcando una media circunferencia, forrado en chapa y  pintado de negro; está a continuación  de un paredón alto y blanco, tapizado de enredaderas que está resguardando la intimidad de su casa y de su lugar de trabajo.
Es la hora prefijada; es Agustín, que dice un ¡hola! Muy vivaz, y M. lo saludó con un beso y se encaminaron presurosos hacia la casa ya que hacía mucho frío, en ese  anochecer de otoño.
Ya sentados los dos en los mullidos sillones, Agustín le cuenta que no se siente bien, que su semana desde la última vez que se vieron, fue “para atrás” en la jerga juvenil significa, mal.
- ¿Porqué? Pregunta M.
- Candela me falló de nuevo. Se desapareció, me “histeriquea”, (me seduce) y luego se va a otro lado y me deja plantado.
Es una mina delirante. Yo me ilusioné, y me siento re-mal.
Agustín está muy pálido mientras habla, yo supongo que está angustiado.
-Me siento muy mal, dice acto seguido, soy muy manteca, me tomo a mal  cuando, me cuenta que salió con otros, que se “empastillaron” y la quisieron “avanzar”, y a mi me duele...
M -Y cuál era esa ilusión tuya? Cómo pensabas que era?
Agustín -Y...una mina fiel, un poco más centrada.
M.-Pero por lo que decís no es la primera vez que te lo hace, ¿ no te parece que vos estás entrando en el juego de ella?
Agustín -Si, pero yo tengo siempre la ilusión de que va a cambiar.....de que esta es la última...
M -Y que te hace pensar que va a cambiar si vos le seguís el juego cada vez que te lo hace...
Agustín-Es que yo la amo...
M -Cómo es eso?
Agustín-yo la amo, a pesar de que me hace sufrir…
M -que te hace sufrir?
Agustín -Que me haga creer que esta interesada en mi, y después que haga planes por su cuenta…
M -¿Vos la invitaste alguna vez a salir?
Agustín -No, le dije que por ej podríamos hacer algo el sábado, y cuando fui a buscarla ella ya se había ido.
Agustín - Suena a cualquier cosa menos una invitación concreta, tú “podríamos hacer algo” parece muy ambiguo, se desdibuja tu intención…tal vez si hubieras tenido otro tipo de respuesta si le hubieras dicho por ej “Candela, querés salir conmigo este sábado?
Y si ella te hubiera dicho, que sí!!, le hubieras podido decir a que hora la pasarías a buscar
 
Agustín -Es que no me quiero tirar a la pileta y hacerle ver que estoy loco por ella…
María -Sí, entiendo que querés preservar tus sentimientos,  pero esta tan disimulado tu interés, que ella no sabe que querés proponerle o de que tipo es tu interés hacia ella, y aun si se diera cuenta no querrá ella tampoco tirarse a la pileta como decís vos…
Agustín -Si, tal vez, pero yo la escucho, cuando me cuenta sus cosas, y sus problemas,  sus dolores.
M  -Parece amistoso tu interés… ¿que te hace pensar, que ella quiera algo mas que amistad, si vos te acercas a ella como amigo…?
 Agustín-Pienso, que está  interesada porque cuando la hermana se lanza conmigo para salir; ella se enoja…
M - En ese caso, la hermana es directa con vos…y tal vez a Candela le resulte feo que ella se te lance. Hasta que no hagas un avance un poco mas claro, no vas a saber si ella te elige o no.
Agustín-Me da miedo “rebotar.”
M -Sí, es un sentimiento feo lo que genera el rechazo, pero de esta manera, ofreces amistad, y en tu interior esperas otra cosa…el vinculo es de a dos.
Por el miedo a “perderla” la estas perdiendo, porque están en el mismo lugar siempre, vos en tu fantasía pensás que porque sos bueno con ella, y la escuchas, se va a enamorar de vos, habría que ver que pasaría si la invitas a bailar y están en una situación de seducción…
Agustín -lo que pasa,  (como hablando para el mismo), es que soy un mal candidato, no tengo trabajo estable, no me recibí, vivo con mi mamá, por ahí los fines de semana salgo de caravana y eso a la mina  no le debe cuadrar…
M -Estas diciendo que sos un mal candidato, es decir que te replantearías , resolver el tema laboral y terminar de estudiar…sería bueno, que lo pensaras, independientemente de Candela o cualquier otra mujer, esto tiene que ver ya con tus valores y tu autoestima…

 ¿Qué pasa con los chicos y chicas de ahora? ¿Con los grandes separados que no se animan al compromiso?
A probar el construir una relación. A los veintipico y a los sesenta, hay temor a compartir afecto, prefieren el “touch and go” el juego un rato y después me voy.
Adonde irán con tanto apuro? Qué buscan? Rehuyen al afecto sostenido, al sólido?.
Pero a su vez observo, que los otros aspectos de su vida tampoco están en equilibrio. El desarrollo laboral, el desarrollo espiritual.Parece una dificultad cada vez más común de ésta época de crisis.
La nafta que mueve el motor del ser humano es el afecto. El cuidado mutuo de dos  seres que se aman.



Foto sacada por DF de "Lange Wapper" ( Gigante del folclore de Flandes, de Amberes y alrededores)

sábado, 18 de agosto de 2012


Codependencia Afectiva

Son personas con baja autoestima que se preocupan y tratan de complacer a otros a costa de
Si mismos. Se sienten solos y muy necesitados de afecto.
Para que los quieran dicen que sí  siempre, a los que les piden algo, y se sienten responsables de la felicidad de los que son parte de sus afectos.
Se comportan como si la persona que ellos quieren, y con la que son insaciables afectivamente, fuera una droga que necesitan.
A sus relaciones  sienten que deben ayudarlas y salvarlas. Generalmente eligen sujetos narcicísticos, que no los tratan bien, y muchas veces son maltratados por estos.
Entre los elegidos, pueden figurar individuos que tienen problemas con la droga, o alcohólicos o fríos afectivos u otros problemas donde el punto en común es que nuestro co-dependiente como se lo suele llamar no es visto ni valorado y menos respetado o querido como persona.
Suelen ser hijos de padres disfuncionales, que no les dieron afecto en la infancia, o fuero afectivamente ausentes, que no contuvieron a sus hijos en situaciones de peligro o indefensión, dejándolos a cargo de su propio desamparo.
 Evidentemente un niño no puede con algunas situaciones que está obligado a resolver y su conducta suele ser el exagerado apego o el no poder despegarse, conductas que suele repetirse cuando es adulto
Y se angustia o pone ansioso ante la menor posibilidad de ser abandonado o dejado de lado entre otras situaciones…(continúa)

Acrílico "Pareja bailando en el bosque de Lillo" (Bélgica) versión de Angélica Kovac
Para Psicología Online escribir a lickovac@gmail.com

martes, 7 de agosto de 2012

Mi ciudad y yo



Hoy salí de casa, sacando tranquilamente el auto por el portón, con la firme intención de que se hiciera realidad la premisa, que dice  que la mayoría de las veces

“no importa las situaciones que nos toquen vivir, sino, como elegimos sentirnos mientras las vivimos”.

Me propuse en lo que otrora podría haber sido un viaje aburrido, sin pena ni gloria, transformarlo en un paseo interesante al mejor estilo turístico, donde todo nos parece lindo y atractivo.
Puse un pequeño grabador en el asiento del acompañante del auto, y comencé a grabar todo lo que se me ocurría decir y sentir.
-“En este momento estoy parada en un semáforo, voy camino a que Fernanda mi fisioterapeuta me haga masajes, para verme y sentirme mejor, escucho mi voz mezclada con los ruidos del motor, la música
Miro alrededor, hay gente muy apurada que frena el auto casi sobre la senda peatonal, y todos los que vienen por detrás, a la misma velocidad quedan pegados sin espacio intermedio, entonces si el primer auto quisiera retro ceder, para no pisar a un peatón que en todo su derecho está cruzando la calle, no podría.
Pasan algunos segundos y sigo en el mismo lugar, pero mi mirada se posa sobre el puente que tengo que cruzar cuando me den paso.

Veo una hermosa barandilla toda trabajada en cemento y rematada en una figura de hierro con formas redondeadas abstractas con aspecto de puntilla de crochet que sirve de base para sostener en su parte central un bellísimo farol colonial de hierro forjado, con ese color gris envejecido por el tiempo.
Al comienzo y al final del recorrido del puente, hay focos iguales como los anteriores pero de pie.
Sin darme cuenta arrancamos todos, y cruzamos el Río Suquía, para acceder al centro de Córdoba, por la avenida ancha, que se llama General Paz, en honor a un prócer importante de estos pagos.
La zona de la costanera, me encanta porque invariablemente sus puentes me hacen acordar al Sena, parece un paisaje Parisino. Mi imaginación, más la suave música que escucho en el auto hace a éste momento sublime.
Ya hice varias cuadras y decido doblar hacia mi derecha por Humberto Primo, otra avenida que cruza a la primera, de nuevo tengo oportunidad, de observar con la mirada de una protagonista de una película ambulante.

Las imágenes desfilan delante de mi, como enfocadas por una cámara de filmación alcanzando a grabarse muchas y variadas en mis ojos hasta que el semáforo se pone verde, y me permite avanzar.
¡Qué lindo es el centro de la Ciudad! dejo deslizar la mirada a lo largo de toda la avenida, los edificios intercalados con negocios de todo tipo ya que no es una zona en la que se venda algo en particular ,pero es muy colorida, se destacan sus toldos, carteles y pinturas color tierra en sus paredes.
Es muy pintoresca, tiene edificios medianos, algunos acabados en pirámides en su último piso…me pregunto si los arquitectos se habrían puesto de acuerdo para diseñar, varios inmuebles con el mismo terminación en el techo, o pensarán que ese tipo de construcciones atrae la buena suerte?

Llegue a mi destino sin darme cuenta, los veinte minutos que tardo normalmente en llegar se pasaron muy rápido, al rato me encontré tocando el timbre en lo de Fernanda, deseando seguir con el encuentro de mi ciudad, a la salida…una hora después.

Foto del "Puente Centenario" de la Ciudad de Córdoba.



domingo, 5 de agosto de 2012

"El Cambalache"

Tengo una amiga que vende antigüedades, de todo lo que uno se pueda imaginar…desde copas de hermosos cristales sueltas, de juegos completos o inconclusos, Vaya a saber de quién, sillas, vienesas, inglesas y otras, pinturas, vajilla, jarrones, platería etc. etc. Todas las piezas, tienen el paso de los años reflejado en su aspecto aviejado.
Lo que hay en casi todo lo que tiene a la venta es una historia detrás, ya que son cosas que sus dueños venden, algunos porque están cortos de dinero y otros se deshacen de los tesoros de la abuela para renovarse y adquirir objetos más modernos.
A mí me encanta ir y chismear, como yo le digo a Dorita, mi amiga y ver y tocar todo. Como lo tiene a todo amontonado en un lugar pequeño, algunas cosas en vitrinas, las más valiosas y otras simplemente en cualquier lado. Esto de hurgar entre las cosas es una costumbre de mi infancia, cuando me metía en el ropero de mi madre para ver que tenia y que no, por supuesto cuando ella no estaba. Hoy, según un amigo muy gracioso, lo he sublimado con la profesión.
El otro día, me abalancé sobre un hermoso mantel de hilo crudo, todo bordado en gris, pensando resolver con muchos meses de anticipación la mesa de Navidad de este año.
Pero al momento, me dieron un precio tan exorbitante, que se podía comparar con el  tamaño de mi posterior desilusión.
Entonces, me di cuenta, que cada cosa  que había allí expuesta, fue testigo de alguna historia, y ese era su valor agregado. El afecto prendido a nuestras pertenencias. Tenemos vínculos con las cosas también, tienen nuestra energía, fueron parte de nuestras vidas. Y así lo tomo ahora cuando indefectiblemente llevo algo que me gustó mucho  del negocio de mi amiga, a un estante privilegiado de mi casa.


Para consultas online o psicoterapia por internet escribir a lickovac@gmail.com.

miércoles, 1 de agosto de 2012

El desván de las palabras perdidas



En casa nos decían siempre, si no tienes nada importante que decir es mejor que no

digas nada, es más inteligente quedarse callado…”

O de más chica aún, no hables tanto porque la voz es como la mina del lápiz se gasta y tal como el lápiz tu voz desaparecerá….
Y por ultimo una rima “nombres locos se encuentran por doquier” es decir no uses tu nombre, no te destaques, no hables y menos te rías, que es de locos…
Yo me pregunto ahora, cuantos silencios buscados, cuantas sonrisas abortadas, cuantos nombres suprimidos de la arena como la marea del mar…borra las huellas de la playa.
Yo me pregunto ahora…que hace importantes a las palabras, o a los momentos para decir esas palabras y que se gasta la voz, la esperanza, el alma…que? así como la mina del lápiz?
Adonde fue toda esa fantasía, que ayudaba a mejorar la realidad dura y cruel…a sofocar la palabra dicha, a vivir mundos paralelos, fascinantes…donde la habilidad para mirar para adentro a un paraíso exuberante, a veces lejano a miles de kilómetros guardado quizás cerca de mi pecho o tal vez estuviera en otro planeta en algún lugar del universo?
Tal vez ahora a la distancia, mirando retrospectivamente, rebobinando toda la película hacia atrás, me conteste: es loco acallar las palabras, quitarle sonidos, dejarlas mudas,
Guardadas en la oscuridad, no dejarlas fluir…tenerlas encerradas hasta que fueran evaluadas, y una voz autoritaria dijera, ud, sra palabra ingenua e infantil salga, pero inmediatamente, ud NO! un alarido se oye en el silencio, para su salida al mundo una mano grande y dura a doña palabra “peligro a la vista”, que está por soltar algún secreto o inconveniencia.
Y los gestos, y emociones? la risa…es mala también?
Viva la No-.comunicación! se oye por ahí…pero si no existe, la no-comunicación no existe, siempre comunicamos, dicen a viva voz, mis seres fantaseados , inventados, quizás duendes internos, entonces digo yo: abramos las puertas, y hablemos, sonriamos amemos, lloremos, digamos cosas importantes y también de las otras, nos enamoremos de nosotros mismos pero también amemos a los otros….y así sucesivamente.
Viva la libertad y Viva la Comunicación!
Agnes Boras
www.psicocoaching.blogspot.com