El doble
Fuerteventur-Gaviotas.Foto DF |
Pocas veces imaginé que en un solo viaje se podrían cumplir muchos de mis sueños. Por ejemplo
Atravesar varios países en tren, fue un sueño largamente atesorado. Me parece maravilloso y diferente.
El viaje en tren se presta para disfrutar del paisaje, amén de las anécdotas que se suscitan en
el transcurso del viaje mismo.
Una vez, instalados en unos cómodos asientos, yo me arrellano en el sillón de la ventanilla ventanilla, ya que
me gusta mucho ver el paisaje a medida que avanza la locomotora, desplegando todos sus ruidos
característicos.
Mirando hacia atrás, hacia la puerta que separa los vagones, sobre un costado, en la fila de enfrente, veo con
sorpresa a alguien parecido a Ale. Él es un amigo mío de la época en que yo actué en la política de Córdoba.
Hemos recorrido muchos kilómetros y hablado con mucha gente, en nuestras etapas de mayor trabajo
proselitista. Nos conocíamos el uno al otro, todos los gestos, el de cansancio, de bronca, de sueño. De
esperanza o desesperanza. De tristeza por la impotencia de no poder ayudar a los que nos pedían un poco de
lo mucho que otros tenían.
Y allí al frente de mis ojos, apoltronado, escuchando alguna música con auriculares, la fiel estampa de mi
amigo, miraba sin ver hacia algún lugar adentro suyo.
Mi cara demostró sorpresa cuando lo miré, me suscitó una reacción entre asombro y no creer lo que estaba
viendo, Me miró de reojo, como si el pasar con sus ojos por mi cara fuera de paso hacia la ventanilla o pura
casualidad.
Yo a su vez intenté enfocar la cámara de fotos simulando tomar el paisaje y a su cara de camino hacia lo que captaba a través de la ventanilla.
Nos estábamos espiando el uno al otro, yo quería saber si era mi amigo o un doble y supongo que el querría saber porque él me inspiraba curiosidad.
Por un momento me dije que sería mejor acercarme a él y preguntarle:
-¿Eres Ale?
Yo sé que no es él. Estamos a trece mil kilómetros de donde él vive. Y él, que pensará? de ésta extraña que lo mira de reojo...Entonces quizás podría preguntarle...eres primo hermano, gemelo de Ale? tu apellido por casualidad, es Hernández?
Claro yo sé que mi amigo tiene parientes en España pienso eso mientras estamos atravesando por parajes
hermosos, creo que ahora el tren está parando en Bilbao, son casitas de ensueño, dibujadas sobre una
campiña muy verde, en ocres y tierras dando bienvenida al otoño.
Sigo indecisa, y si...se ofende? Pienso para mis adentros. y si me dice y a ud que le importa quién soy yo...?
mmm, esto es posible, me dice una voz adentro mío. Entonces intento leer en su cara, enmarcada por una
oscura barba estilo candado, igual que mi amigo, si es amigable y como reaccionaria si yo le preguntara si
tiene algo que ver con su gemelo... cuando lo miro.
La duda me mal-aconseja, y entre los", le hablo y le digo, lo espío me quedo con la impresión y le pregunto a mi amigo si tiene parientes en Bilbao cuando llegue a casa...veo que "el supuesto gemelo había bajado del tren, y se abrazaba efusivamente, con una pareja mayor...sus padres...parientes? no lo se.
Conclusión: es bueno no dejar pasar, sin aclarar las dudas, los momentos, ya que difícilmente vuelvan y nos den una nueva oportunidad.
El miedo y la duda bloquean, paralizan no dejan avanzar. Achican el mundo de las experiencias. Nos dejan con las manos vacías. Por el contrario, animarse y vivir las oportunidades que nos presenta la vida nos abre el camino hacia adelante.